Innovación, Tecnología, Oportunidades y otros temas que afectan la vida de los Humanos.
lunes, 2 de enero de 2023
domingo, 18 de septiembre de 2022
Datos y Conocimiento: semiología, filosofía, estructuralismo y análisis.
Hay una analogía que se hace con el periodismo respecto de
que los datos son información, mientras que el procesamiento de esos datos
produce conocimiento. La información como materia prima. ¿El conocimiento
trasciende a los datos?
—Los datos implican selección. Todo historiador sabe que no
hay forma de hacer historia sin tomar una perspectiva o una posición. Se trata
de seleccionar determinados datos para formular un relato. Dato y relato no se
oponen, sino que se complementan. La estructura es más allá del dato y más allá
del relato, es como un hilo rojo que une esos datos y que uno puede ver en
transparencia. En los textos antiguos, cuando uno lee una tragedia, una cosa es
la anécdota: por ejemplo, Edipo, el chico que se enamoró de la mamá y se peleó
con el papá y lo mató. Pero sabemos que esa anécdota recubre algo que nos
aqueja a todos los humanos, como el complejo de Edipo. Ahí está la estructura
de los humanos como seres hablantes. La filosofía debe meterse con eso.
—Desde la semiología, ¿los datos serían un significante y lo
que anhela la filosofía es significados, significar esos datos?
—El significante es la estructura. En esto me pongo
lacaniana. Tomo prestado, por supuesto, muchísimo del psicoanálisis, un poco
irresponsablemente o como amateur. Los psicoanalistas en general me perdonan.
¿Qué hacía Claude Lévi-Strauss? El antropólogo que es uno de los fundadores del
estructuralismo. Hacía trabajo de campo, escuchaba testimonios, observaba ceremonias,
costumbres, los rituales y demás. Reflexionaba y entendía la lógica que estaban
bajo los hechos. Si no se interpretan desde el punto de vista de la estructura,
los datos son materia muerta, inerte. El estructuralismo nos dio una gran
lección.
—¿Los datos se tornan significativos para explicar la
estructura?
—Detectar lo relevante. Porque uno cuando viaja, por
ejemplo, se enfrenta con un montón de cosas, pero elige qué foto sacar y qué
contarles a sus hijos sobre la experiencia. Esa selección de datos es porque se
insertan en una trama.
Esa trama es lo significativo, no el dato en sí. Otro gran
descubrimiento del estructuralismo es que lo que importa es la relación, no el
dato aislado. El dato aislado no significa nada. En toda investigación donde el
análisis profundo es necesario para comprobar hipótesis, esto que expongo es,
sin dudas, la base para entender la importancia de la estructura de la
interpretación para sacar conclusiones robustas.
Tenemos que interesarnos en diferentes disciplinas que
refuercen nuestro conocimiento y capacidades analíticas. Además, siempre, la
intuición y la experiencia estarán presentes en las decisiones finales.
domingo, 3 de octubre de 2021
"El futuro que nos espera", según The Economist
The Economist presentó un informe llamado "El futuro que nos espera", donde resume los 20 puntos claves de un análisis que hizo la revista con más de 50 expertos acerca de lo que viene en el futuro inmediato.
1. Los humanos deseamos volver a socializar, pero el trabajo
a distancia básicamente se quedará igual. El modelo mixto de trabajo es irreal,
simplemente seguiremos trabajando en línea desde nuestras casas cada vez más
adaptadas y con reuniones en lugares divertidos y diferentes para socializar y
conectar. Se crearán múltiples espacios para grandes juntas digitales con todas
las soluciones. Nadie quiere vivir en el tráfico ni en esa vorágine de
información y trabajo otra vez.
2. Las oficinas cierran en un porcentaje altísimo y ese
modelo atrasado es retomado por tecnologías de vanguardia. Cada día tendremos
más asistentes digitales para trabajar en forma eficiente. Esos grandes
corporativos serán recordados por siempre como los enormes mamuts de 1980-2020
en extinción. La gente no siempre trabajó así, y no trabajará por siempre en
ese mismo esquema.
3. Desaparecerán en por lo menos 50% de los hoteles de
convenciones. Nunca regresan los viajes, congresos o reuniones de trabajo como
eran, si es que se pueden hacer en línea. El turismo de trabajo desaparece
prácticamente. Las llamadas se convierten en videollamadas. Las juntas
internacionales en juntas en línea. Los grandes congresos en sistemas
tecnológicos. Nuevos lanzamientos de productos en forma digital y tecnologías
novedosas.
4. Las casas se vuelven más tecnológicas y adaptadas al
trabajo diario. Muchas empresas se dedicarán a solucionar las necesidades de
trabajar desde casa. La casa cambia de ubicación. Hoy se puede vivir fuera de
una gran ciudad, trabajar igual y generar el mismo valor. La ubicación física
pasa a un segundo término para las empresas, pero a un primer término para los
trabajadores.
5. La productividad ya no depende de un jefe que te revise,
ahora una plataforma medirá tus resultados, KPI’s y tiempos eficientes. La
forma de contratar personal se replantea. Contratar al mejor del mundo hoy es
más fácil, económico y eficiente. No habrá diferencia entre contratar personal
local y extranjero. Hoy todos somos globales.
6. Todo lo rutinario se vuelve virtual y en esquema de suscripción.
Desde iglesias, arte, gimnasios, cines, entretenimientos. A veces iremos a esos
espacios físicos, pero la baja demanda no permitirá mantener las
infraestructuras que esos lugares tenían antes. Menos instituciones o espacios
de este tipo podrán mantenerse abiertos. Servicios sofisticados a domicilio por
medio de Realidad Virtual llegaran muy pronto.
7. Las empresas que no inviertan por lo menos 10% en nuevas
tecnologías desaparecerán. La empresa tradicional llegó a su fin en 2020. Sólo
queda esperar a su muerte definitiva. Con recursos limitados las empresas
requieren más certidumbre y mejores inversiones. Una empresa tecnológica, nueva
y pequeña, puede desbancar a una que lleva haciendo lo mismo en los últimos 50
años. Así como el modelo de "dark kitchen" ha crecido muchos
servicios copiarán el modelo.
8. El turismo de entretenimiento regresa totalmente
fortalecido en el segundo semestre de 2023, siempre acompañado con mucha
tecnología en su operación, desde la compra, la operación y las experiencias a
recibir. La gente aprecia más que nunca visitar lo natural, pero con soluciones
altamente tecnológicas. Lugares más remotos, experiencias más auténticas
apoyadas con asistencia digital en tiempo 24/7. La interacción es la base del
entretenimiento del futuro. Ser parte, experimentar algo auténtico y descubrir
información en forma dinámica.
9. El manejo de datos personales se vuelve más delicado y
las grandes plataformas cambiarán. La gente pagará servicios por suscripción
porque preferirá conocer cómo se maneja su información personal. Pagará para
mantener el control de sus datos. Las grandes marcas hoy valen por su
credibilidad. Todo se puede copiar o replicar menos el prestigio o reputación.
El valor de la empresa hoy depende de muchos factores y no nada más de su venta
anual.
10. Los empleos se reducirán dramáticamente, pues muchas
funciones y operaciones simples las resolverá la IA. Para 2030, la IA ya
manejará operaciones complicadas en millones de lugares. Pero la adopción
general inicia en este 2021. Se aproxima una temporada de despidos globales muy
grande. El desempleo se da por razones multifactoriales y no solamente a
consecuencia de la crisis económica.
11. La educación nunca volverá a ser igual. Será presencial
pero tecnológicamente adaptativa. Cada uno lo que necesita. Estudiar Off-line y
On-line será lo normal. Las escuelas y universidades se transformarán en un
esquema híbrido para siempre. Se regresa al esquema de contratar gente muy
preparada para llenar puestos importantes, pero se aceptarán candidatos sin
título universitario para puestos menos importantes si tienen la experiencia
necesaria.
12. El sistema médico se adaptó a lo digital con tecnología
a distancia para siempre. Una cita médica en teleconferencia será lo normal. La
gente seguirá con pruebas de Covid-19 rápidas por todo 2021-2022 para sentirse
seguros. La vacuna se acelerará mucho, pero encontrará grandes retos en el
camino. Los grandes hospitales replantean su operación por las crisis
económicas que han sufrido por la pandemia. La gente enfermará menos de virus y
bacterias gracias a una limpieza escrupulosa en el manejo de alimentos.
13. Los patrones de consumo personal sufrirán grandes
cambios, pues surgirán nuevas formas de comercio y la gente tenderá a ahorrar
más. Un porcentaje alto del gasto familiar se destinará a actividades que hoy
no se pagan y se reducirán otro tipo de adquisiciones. La compra de artículos
como ropa elegante se substituye por prendas casuales. Sigue la transformación
radical de hábitos. La electrónica sigue siendo el producto más apreciado y
adquirido.
14. El comercio sigue creciendo, pero en línea, entran
jugadores como Facebook, Tik-Tok y YouTube que competirán con Amazon. Cierra un
porcentaje cercano a 50% de tiendas físicas globales. Las tiendas que
sobrevivan serán para vivir experiencias y show rooms, pero el comercio real
para finales de 2025 será mayor en línea que presencial en muchos rubros. Los
grandes centros comerciales quedarán atrapados en el tiempo. Muy pocos sobrevivirán
a largo plazo.
15. El cambio climático será un tema muy hablado y apoyado.
Grandes industrias seguirán transformándose y se generalizará el uso de la IA
para hacer mejor y sostenible ambientalmente la producción de bienes y
servicios. La adopción de bicicletas como transporte principal seguirá
creciendo gracias a la transformación de las ciudades. El tema Covid dará paso
al cambio climático como principal preocupación. Se abre una ventana de
oportunidad para la colaboración internacional con el propósito de ayudar a
transformar y resolver los grandes temas.
16. Nuevos modelos de información y noticias por suscripción
con más transparencia ayudarán a dar contenidos y opacarán a las "fake
news". La credibilidad y transparencia será la piedra angular de todas las
empresas. La gente está cansada de tanta información y prefiere sistemas
dirigidos y normados por expertos para interactuar en redes. La inmediatez
seguirá siendo altamente valorada.
17. La salud mental se vuelve un tema recurrente y grandes plataformas
ayudarán a la gente a sobrellevar las situaciones de agresividad, soledad y
angustia que han vivido al estar aisladas. Uno de los grandes lastres de 2020
será la complicación para trabajar nuevamente en equipo. Mucho que trabajar,
mucho que replantear. Las crisis de liderazgo en las empresas cada día serán
más comunes.
18. Las grandes problemáticas como la educación, la salud,
la energía, la seguridad, la política, la destrucción de la clase media, tomarán
los reflectores y las empresas tecnológicas desarrollarán soluciones. Se
invierten grandes capitales a hacer el bien, mientras que se resuelven los
problemas globales. Emprendimiento social en su máxima expresión con resultados
económicos muy sustanciosos.
19. Todo se va a lo natural y saludable. Comida,
experiencias y forma de interactuar. Lo de hoy es 100% natural. Producir los
propios alimentos, meditar y ejercitarse, pasan a ser parte del día a día. La
permacultura y los sistemas de producción personales eficientes crecerán
exponencialmente. Muchos querrán producir y consumir alimentos sanos. Tenderá a
fortalecerse el consumo local. Ser más sano es el "nuevo lujo". Los
productos suntuosos pierden valor y justificación. El reciclado regresa con
mucha más fuerza después de un año de desperdicios incontrolables, ahora con
grandes tecnologías que inician y resuelven realmente los problemas generados
en el pasado.
20. El mundo está viendo este año un nuevo inicio. Un
renacimiento. Le gente replanteará sus metas personales, de trabajo, de salud,
de dinero y espirituales. Vienen grandes oportunidades para satisfacer todos
esos requerimientos y cambios de pensamiento. Un nuevo inicio anclado en
valores fortalecidos. Muchos comportamientos se transformarán y nunca
regresarán. Acumular, consumir y vivir por lo material pasa al lado negativo de
la conversación.
viernes, 16 de abril de 2021
Hay sonido en tu silencio: Cómo mejorar tu comunicación conociendo los 8 tipos de escucha
En el proceso de comunicación entre las personas, la escucha representa un aspecto fundamental. Podría pensarse que las palabras son las protagonistas; sin embargo, el verdadero proceso se da a partir del escuchar.
En ese acto humano te haces presente -o ausente- frente al
otro; damos señales y entablamos una danza que, si es virtuosa, puede ayudarte
a mejorar sustancialmente los vínculos.
Dentro del mundo de la escucha hay otro aspecto fundamental y es el de la atención. Se trata del nivel de involucramiento consciente al
estar totalmente presente. Solo así es posible construir un vínculo de
comunicación más sólido, consistente, auténtico y cercano, que si lo haces en
medio de interferencias, distracciones y ruidos.
Los diferentes tipos de “escuchadores” que somos
Según distintos autores y corrientes, hay una serie de
características dependiendo de la situación y el encuadre que le des a las
conversaciones desde la perspectiva de la escucha.
Las principales formas que adquiere son: escucha
apreciativa, selectiva, discernible, analítica, sintetizada, empática, atenta
y activa.
Posiblemente hayas escuchado mucho acerca de la escucha
activa, aunque hay más. Siempre viene bien ampliar nuestro mapa de referencia
para poder navegar en distintas perspectivas y así, escoger la forma más
apropiada según el contexto del intercambio con otras personas.
Aquí, un repaso por cada una de estas formas:
Escucha apreciativa
Se da cuando escuchas sin prestar atención; oímos
simplemente. Escuchar es más profundo y comprometido. No se presta atención.
“Oyes” un ruido sin importante demasiado lo que el otro diga. Ejemplo: una
persona de atención al público poco comprometida con su tarea, al recibir un
reclamo de un usuario.
Escucha selectiva
En este caso, seleccionas la información que te interesa.
Ante algunos aspectos del mensaje que nos transmiten, tomas eso y dejas de lado
el resto. Es decir que aplicas filtros, e incluso juicios e interpretaciones
para seleccionar. Como resultado, es una escucha parcial, fragmentada por tu
propio mapa de interés. Ejemplo: Vas a hacer una compra y tu prioridad absoluta
es un presupuesto pre-asignado que tienes en mente; todo lo demás que te digan
se filtrará de acuerdo con si se ajusta o no a ese número.
Escucha discernible
Es en la que escuchas el mensaje completo, y luego,
determinas qué detalles te resultan relevantes. Posiblemente el foco está
puesto en el fondo de la cuestión -de allí que necesitas escuchar todo y,
recién luego, seleccionas-. Ejemplo: cuando vas a un abogado y te expone los
pros y contras de una situación que buscas resolver; escuchas sus argumentos y
posiciones, y luego escoges lo relevante para ti.
Escucha analítica
Para este modelo de escucha prestas atención al orden y
sentido de la información, y lo que buscas es entender la relación en las ideas
para reflexionar sobre el mensaje. Generalmente prevalece el hemisferio
izquierdo del cerebro, de tipo racional, para separar la información que se
recibe. Ejemplo: cuando te explican cómo completar un documento o escuchas una
argumentación con detalles. Luego, analizas si esas conclusiones te parecen
apropiadas y puedes realizar preguntas para corroborarlo.
Escucha sintetizada
A través del acto de escuchar, diriges tú la conversación
para lograr obtener cierta información específica. Una técnica es hacer
preguntas directas para relevar las ideas de los demás. Ejemplo: tienes pensado
comprar o rentar un apartamento y haces preguntas al agente inmobiliario, que
guían la conversación y te permiten sacar conclusiones rápidamente a partir de
las respuestas, y de tus deseos sobre la propiedad y tus percepciones.
Escucha empática
La empatía es la habilidad de ponerse en el lugar de los
demás, y en este tipo de escucha logras una conexión que va más allá de lo
racional: hay un involucramiento de tipo emocional, sin que esto signifique
mimetizarte con lo que le pasa al otro. Estás totalmente presente y vas al
compás del diálogo que mantienen. Interpretas el mensaje desde el mundo de la
persona que lo emite. Ejemplo: tu pareja narra un acontecimiento del trabajo
que le afecta emocionalmente; y estás presente allí, escuchándole, para brindar
soporte y apoyo.
Escucha atenta
Es una forma de escuchar de manera efectiva, y su
característica es la presencia, en cuerpo, espíritu y mente, al servicio del
acto de comunicación que estás manteniendo. Se nutre de la empatía y de la
búsqueda genuina de entender y conectar con la otra parte. Ejemplo: cuando
escuchas a un amigo muy querido que te relata una situación por la que está
pasando, y estás totalmente en el aquí y ahora del momento.
Escucha activa
Conectada con la atenta y la analítica, y aspectos de todas
las demás. Podría decirse que este tipo de escucha va más allá de las palabras:
observas el lenguaje corporal, la velocidad al hablar, el tono de voz, y,
claro, el mensaje. Se da una conexión profunda, atenta, sensible, buscando
interpretar desde qué universo propio se comunica la otra persona. Aparecen la
atención, la concentración y también, el intercambio de ida y vuelta buscando
entender e interpretar el mensaje. Ejemplo: cuando estás con una persona de tu
equipo, o con tu líder, estableciendo los objetivos de un proyecto, además de prestar
atención a los detalles, decodificas lo que dice, cómo lo dice, qué barreras
expresa y cuáles no, y qué es lo no dicho que está por debajo de las palabras.
10 tips para aprender a escuchar
- Evita interrumpir; deja que los demás terminen de hablar. Pide permiso a la otra persona para hacerlo.
- Elimina los juicios y preconceptos para tener una escucha pura.
- Toma notas de los conceptos principales para seguir dialogando.
- Escucha el 80% del tiempo; habla el 20%.
- Haz preguntas transformadoras, que inviten a la acción y a profundizar. No adivines ni “leas la mente” de la otra persona.
- Ante desacuerdos, expresa que comprendes su punto de vista, aunque quisieras compartir una mirada diferente.
- Las conversaciones se preparan, sobre todo si son difíciles.
- En situaciones complejas, expresa el hecho sin juicios; luego, cómo te sientes; a continuación, cuál es tu necesidad al respecto, y finalmente, un pedido específico y concreto a la otra parte.
- Ten la precaución de eliminar ruidos e interferencias que dificulten la escuchan
- Mantén contacto visual permanentemente: te acerca y ayuda a conectar mejor.
jueves, 26 de noviembre de 2020
Las cinco frases de Daniel Kahneman para estimular nuestra reflexión
Daniel Kahneman es uno de los pocos psicólogos que han logrado un premio Nobel, fue en 2002 en economía. Su gran mérito fue realizar estudios muy valiosos para entender cómo tomamos decisiones económicas.
Durante años, trabajó tanto como docente e investigador en
universidades tan prestigiosas como Harvard o Michigan. Además, publicó algunos
libros como “Pensar rápido, pensar despacio” que cosecharon un gran éxito,
especialmente entre el público no especializado por lo rico de su labor
divulgadora.
1. La mente lo empeora todo
“Nada es tan grave como parece cuando lo piensas”.
Esta primera de las frases de Daniel Kahneman hace referencia
a esa tendencia/tentación que podemos tener a ponernos en lo peor. De hecho,
existe una frase mencionada por la psicóloga Sonia Cervantes que dice así: “no
hay peor tormenta que la que armas en tu cabeza “.
Esto lo saben muy bien todas las personas que sufren
pensamientos obsesivos/repetitivos que son fruto y dan como fruto a la
ansiedad. En su mente representan situaciones que aún no se han dado -más o
menos probables- y por las que sin embargo sufren. Por eso, es importante
relativizar lo que pensamos y observar más nuestros pensamientos sin juzgarlos.
2. El problema de admitir los propios errores
“Nos cuesta admitir errores porque eso significa renunciar a
la seguridad que esos supuestos simplificadores nos proporcionan”.
Esta segunda frase nos habla de esa resistencia a asumir los
errores propios. Según este autor, a la mayoría de nosotros no nos agrada que
los demás pongan en duda nuestras actuaciones. Este cuestionamiento
repercutiría directamente en nuestra seguridad: haría que nos sintiéramos
vulnerables.
Esto no es positivo, ya que la incapacidad para admitir los
propios errores suele derivar en una falta de flexibilidad, tanto de normas como
de criterios. También, esto puede estar muy arraigado en nuestras creencias.
Hacer algo basándonos en ellas y que alguien lo tilde de error puede suponer
todo un choque, pues solemos aferrarnos a ellas, tomándolas en algunos casos
como verdades absolutas.
3. Confiar demasiado en nuestras creencias
“Nos concentramos demasiado en lo que conocemos e ignoramos
lo que no conocemos, lo cual nos hace confiar demasiado en nuestras creencias”.
Esta frase está muy ligada a lo que mencionamos
anteriormente. Señala algo muy importante y es que solemos ignorar aquello que
no conocemos. En la actualidad podríamos decir que, en ocasiones lo ignoramos,
pero en otras muchas lo atacamos.
Tanto en las noticias como en las redes sociales podemos ver
a personas defendiendo diversas causas fuertemente ligadas a sus creencias sin
tener en cuenta que existen otros intereses y puntos de vista. Las creencias
son solo eso. Es muy difícil determinar cuáles están bien o cuáles mal. Lo
positivo es saber cuestionarlas y ver cómo se alinean con determinados valores.
4. La sensibilidad a la presión
“La gente es muy sensible a las presiones y a las
consecuencias inmediatas que puedan tener. Los efectos a largo plazo son más
abstractos y difíciles de tener en cuenta. Por ejemplo, el calentamiento
global: cuando la amenaza se concrete en el tiempo será muy tarde para
reaccionar”.
Esta cuarta de las frases nos habla de lo sensibles que
somos a la presión. Algunos de los temas difíciles de abordar, pero que
requieren una acción inmediata, lo postergamos o vemos sus consecuencias como
muy lejanas. Es como si creyésemos (o quisiéramos creer) que no nos va a
afectar o que una determinada tarea puede hacerse por sí misma.
Aunque creamos que esto solo nos ocurre con cuestiones como
el cambio climático, lo cierto es que esta manera de “vivir” está mucho más
presente de lo que creemos. Tan solo debemos reflexionar un momento sobre
nuestras experiencias en cuanto a relaciones, por ejemplo, y en cómo las
consecuencias que veíamos venir y ante las que podíamos hacer algo terminaron
surgiendo por no haber tomado medidas a tiempo.
5. La ceguera que no tiene límites
“Podemos estar ciegos para lo evidente y ciegos, además,
para nuestra ceguera”.
Esta última de las frases de Daniel Kahneman nos invita a
una última reflexión sobre nuestra asombrosa capacidad para permanecer ciegos
ante lo que se presenta ante nosotros de manera evidente. Si esto es así, ¿cómo
ser conscientes de nuestra propia ceguera?
Abrir los ojos es una difícil tarea. Los estímulos nos
llegan filtrados por nuestras creencias, por esa primera impresión que tiene
tan largo alcance y por información errónea a la que nosotros le concedemos
veracidad. El hecho de no ser conscientes de cómo utilizamos estos filtros y de
cómo estos filtros nos llenan de sesgos limita nuestra capacidad crítica.
Pensemos que el mundo con el que trabajamos no es el mundo en sí, sino que es
el mundo particular que nosotros hemos construido.
domingo, 23 de agosto de 2020
Ni tecnología ni cerebro: mitos y malentendidos sobre la inteligencia artificial
El uso de términos difíciles de concretar y el exceso de entusiasmo han alimentado falsas concepciones sobre el funcionamiento y capacidad de estos sistemas
El público general y los intelectuales todavía sobrestiman
la inteligencia artificial". Estas palabras, pronunciadas por Melanie
Mitchell durante una entrevista, son un grano de arena en el
desierto que conforman las grandes proclamas y dudosas promesas sobre lo que
van a poder a hacer las máquinas en los próximos años. Mientras unos dan la voz
de alarma ante el futuro surgimiento de una superinteligencia que nos domine a
todos, el mayor miedo Mitchell, profesora de ciencias computación de las
máquinas es que pongamos nuestra integridad en manos de máquinas que no son tan
listas como queremos pensar.
Esta brecha entre expectativas y realidad es parte inherente
del campo desde su fundación y ha ido calando en el imaginario colectivo,
desdibujando conceptos ya de por sí difusos -qué es la inteligencia- y
alimentando falsas concepciones sobre el funcionamiento y las capacidades de
estos sistemas. En este contexto, se enmarca el intento de desambiguación de
Frank Emmert-Streib y Olli Yli-Harja, investigadores de la Universidad de
Tampere (Finlandia), y Matthias Dehmer, de la Universidad de UMIT Tyrol
(Austria).
Los tres académicos se han ido a la raíz del problema para
intentar "correr el velo de vaguedad que rodea a la inteligencia
artificial". En el ensayo resultante, la primera piedra de este problema
que cuenta ya con más de medio siglo de edad es el significado del término
inteligencia. "No hay ahora mismo una definición formal aceptada ni
existen tests que puedan usarse para identificarla de forma fiable",
sentencian.
Los mitos consecuentes
1. La inteligencia artificial busca explicar el
funcionamiento del cerebro. Los investigadores zanjan este malentendido dando
al César lo que es del César. "Los cerebros se dan solo en las criaturas
vivas y no en las máquinas artificiales. Los campos que estudian los mecanismos
moleculares y biológicos de los cerebros naturales son la neurociencia y la
neurobiología", sentencian. No descartan que el avance en el desarrollo de
estos sistemas pueda contribuir a una mejor comprensión de lo que ocurre en nuestras
humanas cabezas, pero llaman a no mezclar peras con manzanas.
2. Los métodos de inteligencia artificial funcionan como
cerebros. Pese al propio nombre del campo y a las sospechas que puedan levantar
nombres tan sugerentes como red neuronal, es importante señalar que ni las
estructuras de conectividad que están presentes en estos modelos no son
"biológicamente plausibles ni realistas".
3. El propósito de los métodos de inteligencia artificial es distinto del aprendizaje automático o la estadística. "No. El propósito general de todos los métodos de estos campos es analizar datos", aseguran los autores. Cambian las metodologías y los objetivos finales.
4. La inteligencia artificial es una tecnología. En rigor,
estaríamos hablando de una metodología. Puesta en acción, la inteligencia
artificial implica la aplicación de "algoritmos matemáticos que ajustan
parámetros de los métodos a través de reglas de aprendizaje". ¿De dónde
viene la confusión? Del imprescindible papel de la potencia de computación en
todo esto. "Esta combinación puede dar la impresión de que la IA es
tecnología, pero si desescalamos un problema, las necesidades de hardware se
reducen, demostrando los principios por los que se rige el método".
5. La inteligencia artificial hace que los ordenadores
piensen. Esto nos devuelve a la complejidad de acotar lo que implica la
inteligencia. ¿Qué es pensar? "En general, está asociado con humanos y
seres biológicos más que con máquinas".
6. La inteligencia artificial es más mítica que el machine
learning y la estadística. Si nos remitimos a punto tres (comparten
propósitos), esto no tendría por qué ser cierto. Los investigadores atribuyen
el malentendido a la vaguedad de las definiciones asociadas a estos sistemas,
que dejan mucho espacio a conjeturas e ilusiones; y a las grandes esperanzas
futuristas que caracterizan al campo: máquinas que piensan, máquinas humanas...
7. Crear máquinas que se comporten como humanos es óptimo.
Los expertos admiten que es razonable, pero ¿para qué queremos un reflejo de nuestras
imperfecciones? "El comportamiento de los humanos en general en una tarea
no es perfecto comparado con el del humano que alcanza mejor rendimiento en
ella", señalan.
8. ¿Cuándo alcanzaremos las metas finales de la inteligencia
artificial? Si miramos a las proclamas del pasado, ya tendríamos que haber
cruzado ese umbral. "Esto empezó en los principios de la era de la
inteligencia artificial, en los cincuenta la gente decía que, en cuestión de
10, 15, 25 años íbamos a tener una inteligencia artificial completa y capaz de
remplazar al ser humano en todos los empleos. Nada de eso ha ocurrido",
aseguraba Mitchell. Para estos tres académicos, no hay debate posible:
"Las predicciones sobre entidades indefinidas son en cualquier caso vagas
y no pueden ser sistemáticamente evaluadas".
Por Montse Hidalgo Pérez – El País
lunes, 8 de junio de 2020
Negocios: La nueva competencia
La innovación disruptiva será el centro de ese universo en plena expansión y reciclado. Una terrible pandemia nos tenía que estremecer y sacar del confort para que las empresas y el trabajo cambiaran drásticamente. Punzando nuestro ingenio creativo, inventiva y competencia, con o sin cooperación. Donde cada uno, despertando de un sueño invadido por pesadillas, se definirá y moverá hacia la supervivencia en un proceso evolutivo necesario, a veces imperceptible pero drástico, donde los más aptos y los que desarrollen nuevos paradigmas para solucionar problemas -o piensen diferente con el pensamiento lateral-, serán convocados para innovar y llevar a la práctica la nueva competencia en un mundo digital acelerado, automatizado, robotizado y… en crisis.
La administración de los recursos, el marketing y la comunicación, se verán afectados en la forma y en la ejecución. La mayor parte de los métodos del marketing y de la gestión deberán actualizarse o parecerán fuera de época. En el caso del desarrollo de clientes, que son los que producen el dinero del negocio, se tendrá que rediseñar el aprendizaje de los principios de eso que llamamos marketing, incluyendo los medios para comunicarnos con el mercado, poniendo el énfasis en la producción de contenidos para el fortalecimiento del posicionamiento de la marca. El marketing será una herramienta más porque la visión más amplia, global, de la competencia y el cliente, dejará paso a una práctica guerrera agresiva, imaginando escenarios y adelantando movimientos. Lo que conocemos actualmente como redes sociales y otras plataformas digitales, como los juegos, videos, herramientas para comunicación a distancia, buscadores, etc., pausadamente se rediseñarán o dejarán paso a modelos de negocio digitales que le moverán el piso a los monopolios como Facebook y Google.
Los clientes dejarán de ser pasivos individuos que nos marcaban el camino respondiendo a nuestras indagaciones para conocer sus pensamientos y actitudes. Más que nunca deberemos conocerlos profundamente transformando las metodologías de investigación para llegar a conclusiones con información inteligente para la acción y conquista. Lo adelantaba hace unos años, en algunos escritos y seminarios, cuando descubrí, en un taller de la Universidad de Stanford, cómo la industria del vino se beneficiaría si dejara de centrarse en el “marketing de la etiqueta”-, aplicando Mapas de Empatía del cliente (el Design Thinking y el Storytelling), técnicas de Small Data o el “trabajo por hacer del cliente” (Jobs-to-be-Done), metodologías desarrolladas para innovar y para resolver problemas de competencia y marca. Entrar por la puerta de los significados, de lo que desean y necesitan los clientes durante los comportamientos emocionales del consumo. En los estilos de vida cambiantes y en las maneras de comprar, donde lo digital toma la delantera para perturbar formatos conocidos de los llamados puntos de encuentro donde compran o reciben servicios las personas. Es importante indagar, también, cómo decodificarán las propuestas de valor de las marcas y cómo será esa experiencia de consumo compleja de algo por lo que pagan, sea tangible o intangible.
Muchas empresas se reconvertirán con procesos y modelos de negocios impensados con la imposición de la I&D y tecnologías que no paran de surgir a una velocidad que produce vértigos. La información inteligente, con hechos y evidencia forense, será el vínculo imprescindible para la estrategia. Adelantando movimientos competitivos futuros. Identificando tendencias y oportunidades, revelando amenazas y las propias debilidades y fortalezas. El mundo está cambiando más rápido que nunca. Las reglas que ya se configuran en la crisis pasarán, en un proceso de sustitución, a dictarnos comportamientos culturales y sociales, con manifestaciones éticas con consecuencias todavía no muy clara en la manera de hacer negocios. Y eso hará la vida muy difícil para cualquiera que trate de hacer crecer un emprendimiento en medio de toda esta agitación. Esto porque el conocimiento está evolucionado rápidamente y la tecnología y el humano comienzan a centrarse y aliarse. La estrategia, como lo demuestra la historia, invadirá el pensamiento para defender, dominar y competir en un movimiento continuo; en un cambio permanente dentro de la incertidumbre (el plan estratégico ya es obsoleto). Se deberán crear las condiciones para inspirar y liberar el talento colectivo del equipo y activar el liderazgo, para enfrentar un mundo con clientes que nadan en una realidad líquida dispuestos a experimentar, rechazando lo que es ineficiente para satisfacer aspiraciones y estados emocionales. La información inteligente, rápida y ágil, será el soporte para decidir dónde jugar y cómo ganar en este mundo que está emergiendo, con realidades superpuestas entre lo viejo y lo nuevo, iniciado por un pequeño “ente cuántico” como en el Big Bang de hace unos 13800 millones de años.