ENFOQUE PARA INNOVAR: DESIGN THINKING.

Pensar a partir de la metodología del pensamiento del diseño se puede transformar la forma en que las organizaciones innovan y desarrollan nuevos productos, servicios, procesos y estrategias. Este enfoque reúne lo que es deseable desde un punto de vista humano, con lo que es tecnológicamente factible y económicamente viable desde la inversión en el negocio. 

El pensamiento de diseño es un proceso profundamente humano que se nutre de las capacidades que todos tenemos, pero se pasan por alto por las prácticas de resolución de problemas más convencionales. Se basa en nuestra capacidad para ser intuitivo, para reconocer patrones, para la construcción de ideas que son emocionalmente significativa, así como funcional, y de expresarnos a través de medios más allá de palabras o símbolos. Nadie quiere dirigir una organización basada exclusivamente en el sentimiento, la intuición y la inspiración, pero un exceso de confianza en lo racional y lo analítico puede ser también muy arriesgado. El pensamiento de diseño proporciona un tercera forma integrada.

El proceso de diseño en innovación es pensar mejor como un sistema de espacios en lugar de una secuencia de pasos ordenados y superpuestos. Hay tres espacios a tener en cuenta: la inspiración, ideación y ejecución. La inspiración es el problema u oportunidad que motiva la búsqueda de soluciones. Ideación es el proceso de generar, desarrollar y probar ideas. La ejecución es el camino que conduce desde la fase inicial del proyecto a evaluar y conocer el impacto que la innovación resultante tendrá en las vidas de las personas.
Bajo este sistema, el pensamiento del diseño utiliza herramientas analíticas y técnicas generativas para ayudar a las empresas a ver, en sus organizaciones y modelo de negocio, cómo sus operaciones nuevas o existentes podrían mirar, en la competencia por el mercado y el futuro, y construir mapas de carreteras para llegar allí. El método del pensamiento del diseño incluye el modelo de prototipos y negocio, visualización de datos, la estrategia de innovación, el diseño organizacional, y la investigación cuantitativa y cualitativa (un conjunto de técnicas etnográficas y otras metodologías) de las oportunidades.

Pensar el diseño de los nuevos productos, servicios y procesos, desde las necesidades de las personas permite desarrollar estrategias adecuadas, viables y tangibles. Logrando lo más importante: la diferenciación y el posicionamiento en la mente del cliente. Y el resultado final: nuevas avenidas innovadoras para el crecimiento que se basan en la viabilidad del negocio y la conveniencia del mercado.