Cada vez es más complicado darle seguimiento a los más recientes adelantos de la industria tecnológica. La abundancia de empresas, laboratorios y proyectos tecnológicos en áreas como la informática, la seguridad cibernética, la biotecnología y la medicina es uno de los factores que impiden que la información llegue a todos, además de que estos temas son en sí complejos y difíciles de explicar. Por eso la revista estadounidense especializada en ciencia y tecnología Wired elaboró una lista con los 20 visionarios tecnológicos que están creando el mundo en este 2017. Acá hemos preparado una selección de 10 de estos visionarios tecnológicos que estamos seguros de que te van a asombrar
La princesa de la ciberseguridad de Google, el creador de una forma de invertir basada en la cooperación y la colaboración; el creador de un microscopio hecho de papel y los inventores de un satélite del tamaño de una caja de zapatos son algunos de los innovadores que están definiendo al mundo en este 2017.
1. Parisa Tabriz, Directora de Ingeniería de Google Chrome
A Parisa Tabriz se le conoce como la Princesa de la Seguridad en Google. Sus tarjetas de presentación así lo indican. De acuerdo con Andy Greenberg, de Wired, Tabriz ha trabajado los últimos cuatro años en un problema que al que la mayoría de los ingenieros y programadores no ponen atención: los seres humanos. Ella y su equipo en Google han redefinido la interacción entre las computadoras y los usuarios, con el fin de simplificar la forma en la que el navegador de Google le advierte a sus usuarios de cualquier problema de seguridad posible.
La clave de este trabajo es sencilla y compleja a la vez. Las advertencias que Google Chrome muestra cuando existe algún problema de seguridad pueden ser leídas por un estudiante de sexto grado de primaria. Pero para que el navegador pueda hacer estas observaciones, son necesarias distintas herramientas de aprendizaje de las máquinas con el fin de que sean éstas las que detecten cualquier vulnerabilidad digital.
2. Richard Craib, Fundador de Numerai
Para muchos, las finanzas y la cooperación son términos contradictorios. Los mercados mundiales son vistos como monumentos a la competencia, lo mismo que los fondos, los inversores y los especuladores son vistos como lobos en busca de su próxima presa. Richard Craib no tiene esta misma impresión. Para el fundador del fondo de cobertura Numerai, Wall Street o la City de Londres también pueden ser el escenario de la colaboración financiera.
Numerai es un fondo de cobertura cuyo funcionamiento está determinado por algoritmos que regulan todos los intercambios comerciales. Por si esto no fuera poco y para que no haya duda, hay que decir que Craib no diseña la estructura ni el funcionamiento de estos algoritmos. “En lugar de eso, su fondo extrae estos algoritmos de miles de datos provistos por científicos anónimos que compiten por las recompensa que se deriva de construir los modelos comerciales más exitosos”, explica Cade Metz, en Wired.
3. Manu Prakash, Fundador de Foldscope Instruments
¿Te imaginas un microscopio construido con papel? Pues esto fue lo que construyó Manu Prakash, un bioingeniero de la Universidad de Stanford que durante sus viajes por distintas clínicas en India y Tailandia se dio cuenta de que los microscopios tradicionales no eran los más adecuados para las condiciones de las localidades que visitaba. “En pueblos remotos, los microscopios tradicionales son inútiles. Difíciles de cargar y costosos de mantener, las máquinas son a menudo relegados a una esquina polvorienta de laboratorio, mientras que los médicos diagnostican y atienden a los pacientes en la práctica.
Por eso fue que Prakash desarrolló el lápiz de la microscopía, una microscopio llamado Foldscope, capaz de magnificar los objetos hasta 2,000 veces pero con un costo menor a 1 dólar debido a que está hecho de papel. De acuerdo con Lauren Murrow, de Wired, en sólo un año, el laboratorio de Prakash, Foldscope Instruments, ha despachado 50,000 de sus microscopios de papel a los usuarios de 135 países y en este 2017, esperan poder donar 1 millón de su tecnología de origami.
4. Beth Holmes, Farah Houston, Michelle Riggen-Ransom, Creadoras de la personalidad de Alexa
¿Acaso las humanidades también pueden contribuir con el desarrollo de la tecnología? De acuerdo con Amazon, sí. Michelle Riggen-Ransom tiene una maestría en Bellas Artes. Farah Houston es psicóloga y Beth Holmes es una matemática con experiencia en el procesamiento del lenguaje. Las tres forman parte del equipo que diseñó la interfaz o personalidad de Alexa, el asistente virtual de Amazon.
Riggen-Ransom escribió las respuestas que Alexa ofrece a sus millones de usuarios en todo el mundo. Houston se aseguró de que esas respuestas correspondieran con las expectativas de los usuarios y Holmes se encarga de decidir cuáles eventos del momento se adhieren al vocabulario de Alexa. “Trabajamos duro para siempre retratar a Alexa como confiada y empoderada”, dijo Farah Houston, según información de Davey Alba, de Wired.
5. Laura I. Gómez, Fundadora de Atípica
Laura I. Gómez ha trabajado para Twitter, YouTube y Google. Por eso sabe que cuando alguien contrata a nuevo empleado en alguna de estas compañías, es muy probable que ambos sean amigos o al menos conocidos. La meritocracia le dio paso al amiguismo. Ésta es la razón por la que Gómez fundó Atípica, un software de reclutamiento laboral que clasifica a sus postulantes únicamente a través de sus habilidades.
De acuerdo con Lauren Murrow, de Wired, “el software de la empresa revela el tipo de persona idóneo para un puesto de trabajo, al analizar los patrones de contratación y cuantificar la probabilidad de que ciertos tipos de candidatos acepten ofertas de trabajo”. Gómez es una migrante mexicana que no obtuvo la nacionalidad estadounidense hasta que cumplió 18 años, por lo que este proyecto es una forma de darle cabida a millones de trabajadores que no cuentan con la documentación necesaria para que puedan integrarse al mercado laboral en este país.
6. Christina Agapakis, Directora creativa de Ginkgo Bioworks
El olfato es uno de los sentidos al que menos prestamos atención pero que más información puede procurarnos. Christina Agakapis es una bióloga que se dedica a investigar y producir microorganismos con capacidades únicas y especiales. En su laboratorio en la empresa biotecnológica Ginkgo Bioworks, “Agapakis es un puente entre los aspectos técnicos y creativos del negocio”, explica Liz Stinson de Wired. Su trabajo es descubrir cómo utilizar los microorganismos para hacer diversos productos mejores, más baratos y más sostenibles. Un ejemplo de esto es la forma en la que reprodujo el olor característico de las rosas. Para esto, el equipo de Agakapis inoculó los genes responsables de producir el olor característico de las rosas en una levadura, lo que produjo varios compuestos con el olor de estas plantas.
Para Stinson, “las compañías biotecnológicas están aprendiendo que el éxito requiere más que buena ciencia, también es necesario una mentalidad imaginativa”.
7. Maciej Ceglowski, Fundador de Pinboard
Pinboard es una empresa de marcadores en Internet creada por el desarrollador Maciej Ceglowski, quien transformó su idea de ofrecer soporte en una plataforma que básicamente se dedica a ir en contra de todo lo que Silicon Valley representa, sobre todo en cuanto a privacidad y seguridad de los datos. “Puesto de limonadas en Silicon Valley: 30 empleados, 45 millones de dólares de inversión inicial, vasos de limonada en 9 dólares y todo mientras bloquean la banqueta”, éste es uno de los tuits que se pueden leer en la cuenta de Twitter de @Pinboard. La decisión de Donald Trump de reunirse con directivos de la industria tecnológica, sobre todo de Silicon Valley, hizo que las denuncias de Ceglowski se tornaran cada vez más agresivas.
Según Dave Alba, de Wired, “el año pasado, Ceglowski fundó Tech Solidarity, un grupo nacional que se reúne para idear métodos de organización. Ceglowski sostiene que su meta es fomentar la existencia de una industria más consciente de la tecnología”. Muchos de los tuits de la cuenta de @Pinboard sostienen que en realidad no existe una correlación directa entre el IQ de un trabajador de la industria tecnológica y la inteligencia real.
8. Lily Peng, Jefa de Producto en Google Brain
Lily Peng y su equipo en Google trabajan con redes neurales, sistemas matemáticos complejos para identificar patrones en los datos, para identificar la retinopatía diabética, una condición que es causante de ceguera entre muchos adultos en Estados Unidos, de acuerdo con información de Cade Metz de Wired. La investigadora y su equipo están introduciendo miles de imágenes de retinas dentro de las redes neurales para que éstas aprendan a reconocer lo síntomas de la retinopatía diabética. De acuerdo con Peng, su trabajo no pretende sustituir a los médicos, más bien su objetivo es ayudar a los especialistas a realizar diagnósticos más efectivos y más rápidos.
9. Will Marshall, Cofundador y CEO de Planet
Will Marshall creó y dirige una compañía que construye satélites. Cuando uno imagina esto, seguramente piensa que construyen aparatos del tamaño de una habitación que luego son bastante complicados de poner en órbita. Pero no es así. Los satélites de Planet son del tamaño de una caja de zapatos y son muy baratos. El objetivo es que más personas y más organizaciones puedan tener acceso a esta tecnología, ya que estos dispositivos permiten que los socorristas identifiquen con más precisión los lugares que fueron más afectados después de los desastres naturales; también, que los ambientalistas puedan ver con facilidad las áreas deforestadas o que las granjas puedan monitorear con más facilidad sus cultivos, según información de Sarah Scoles.
10. Connie Chan, Socia en Andreessen Horowitz
Oriente y Occidente están alejados no sólo por el Océano Pacífico o los Montes Urales, la cultura, la industria y hasta el entretenimiento son fronteras que dividen a los hemisferios de la Tierra. Esto fue lo que experimentó Connie Chan, maestra en Ingeniería por la Universidad de Stanford, quien tuvo que enfrentarse a la realidad de que el diseño oriental con respecto a la tecnología va mucho más allá de lo que han hecho las compañías tradicionalmente occidentales, como Google, Microsoft o Facebook. Por ejemplo, WeChat es una aplicación China, similar a WhatsApp o a Facebook Messenger, que las personas utilizan para muchas cosas además de para hablar: se usa para obtener las licencias de matrimonio y actas de nacimiento, para pagar los servicios públicos e incluso, para recibir cualquier tipo de medicamento.
Las empresas tecnológicas en Estados Unidos ya no pueden dar por sentado que dirigen el desarrollo mientras el mundo entero las sigue. “El estereotipo de que las empresas tecnológicas de China son sólo copias es obsoleto”, explicó Marcus Wholsen de Wired. Chan ahora es socia del despacho Andreessen Horowitz, en donde trabaja convenciendo a las marcas estadounidenses de lo mucho que pueden aprender si observan a las compañías orientales.